Cuando existan dificultades en alguna faceta de tu vida y lo que has intentado hacer para solucionarlo no te funcione.

No es necesario plantearse si existe un problema grave o un trastorno. Querer solucionar algo que te está causando malestar ya es un objetivo suficiente. El psicólogo te explicará cómo lo ve él con sus conocimientos técnicos, y te ayudará a tomar decisiones, a buscar soluciones a problemas, a afrontar situaciones difíciles, a desarrollar habilidades, etc.

El psicólogo está obligado a guardar el secreto profesional siempre. Sólo puede informar ante una orden judicial de aspectos relevantes cuando hay peligro para el paciente o terceras personas.

También está obligado a respetar el código ético y deontológico del Colegio de Psicólogos al que pertenece, lo que supone una garantía más en el ejercicio de su profesión y en la atención a sus pacientes.

En el caso de menores de edad, los padres o tutores legales tienen derecho a la información relevante en menores de 16 años, debiendo evitar cualquier perjuicio al menor en todo caso.

El tiempo es variable en función de cada caso, pudiendo ser entre 6 y 20 sesiones habitualmente.

Lo habitual en un tratamiento de psicología clínica es que sean al inicio, sesiones semanales de una hora. Una vez avanza la terapia, se espacian a dos o tres semanas.

También es variable, aunque el Colegio Oficial de Psicólogos marca unos honorarios mínimos que todo profesional está obligado a cumplir. Dichos honorarios se deben explicitar en la primera consulta.

La terapia psicológica consiste en un proceso de aprendizaje personal en el psicólogo ayuda a la persona a redefinir sus problemas, y a utilizar las herramientas que ya posee, desarrollándolas y poniéndolas en práctica cuando es necesario.

También enseñará nuevas habilidades para orientarse a lograr sus objetivos o mejorar determinadas áreas de su vida.